Soy profe de lengua y literatura. Soy escritor (porque escribo). Creo firmemente en el poder transformador de las palabras. Leo, escribo, ni pinto ni coloreo. Opino y trato de aportar algo. Bienvenidos.

Desde hace un año… Coordinador de la biblioteca escolar @bbltkzgz. Aprendiendo y disfrutando de la lectura.

Soy Pepe Trivez y soy profe de Lengua y literatura desde hace 16 años en el colegio Santa María del Pilar de Zaragoza. He colaborado en la redacción de algún plan lector de alguna editorial. He dado alguna charla e intentado hacer “invitación a la lectura”. También soy papá y bibliotecario. Ah y también tengo un blog. Se llama apalabrazos.

Me cuesta mucho decir quién soy. Creo que es mucho más sencillo decir lo que hago.

Leo. Sobre todo leo. Como responsable de un equipo fantástico, coordino las tres bibliotecas escolares de mi centro. Y leo. Todo lo que puedo. Creo que cada profe debería tener recogido en su jornada laboral un tiempo para leer. Al menos la mitad del tiempo. Creo que los cambios en educación han venido siempre de manos de profes curiosos, de profes que leen.

Como decía leo. Leo la prensa. Todos los días. Leo el periódico con mis alumnos. Para estar informados. Para asomarnos al mundo. Para intentar -sin mucho éxito- comprenderlo. Leo la prensa con mis alumnos para aprender juntos, para pensar la realidad juntos, para cuestionarla y cuestionarnos. También leo la prensa -desde la biblioteca- para encontrar noticias, señales, luces, signos de que algo está cambiando… Leo la prensa y selecciono artículos que comparto con mis compañeros.

También leo novelas. Y poesía. Hasta teatro a veces. Por mi profesión y porque me gusta. Leo y re-leo a los clásicos. Para explicárselos a mis alumnos. Pero también para re-encontrarme con ellos. Los clásicos son como los viejos amigos. Siempre están ahí. Esperando.

Pero no sólo los clásicos, leo a mis contemporáneos, leo novelas que consiguen emocionarme, enamorarme, conmocionarme, asustarme y envolverme. Leo lo que está de moda y lo que no. Gracias a tuiter y a los libreros descubro joyas que me alimentan.

Leo sobre educación, sobre justicia, sobre arte, sobre cultura. A veces -es inevitable- leo sintaxis. Leo historia, leo ciencias, leo opiniones, leo cuentos, leo imágenes, leo cine. Leo todo lo que cae en mis manos y luego… trato de contagiar mi pasión a mis compañeros, a mis alumnos.

Y leo también lo que escriben mis alumnos. Lo que piensan. Trato de encontrar entre corrección y corrección lo que llevan dentro. Leo sus intentos por parecerse a lo que queremos que sean. Y leo sus ganas de ser algo distinto. Leo un mundo nuevo en cada clase que recibo en septiembre.

Leo para APRENDER, leo para conocerme a mí mismo, leo para entender a mis alumnos y para asomarme al mundo. Leo para ser más libre, más crítico, más creativo. Leo para que mis alumnos LEAN.

Ahora que lo pienso, leo para cambiar las cosas. Las del mundo y las de este mundo nuestro de la “educación”. Creo en la educación porque en las aulas, en la ilusión de mis compañeros, en la innovación, en la reflexión… leo que ese cambio es posible. Creo en la educación porque la biblioteca escolar está llena y son las dos de la tarde: hay niños leyendo cuentos, adolescentes leyendo novelas en sus móviles, un par de profes de prácticas leyendo informes, una exposición de ilustraciones en los cristales, un rincón de los clásicos, un montón de cómics y tres profes “dando de leer”.