Por tu culpa… gracias a ti.
Hace ya muchos años empecé a escribir… gracias a ti.
Hace ya mucho tiempo empecé a dar forma a mis sueños… gracias a ti.
Hace ya mucho mucho tiempo empecé a ser (casi) la mejor versión de mí mismo… sólo gracias a ti.
Por eso re-abro “palabras que miran”.
Porque necesito este espacio de silencio, de quietud, de ternura. Porque la lectura me hace feliz pero la escritura me construye. Y necesito saber que… sigo en construcción.