Hoy 2/2/2021 cumplo 47 años. Ya estoy más cerca de los cincuenta que de los cuarenta. Y me entra morriña y casi me vence la tentación de ponerme nostálgico y mirar hacia atrás…
Además en enero de este ya nuevo 2021 este blog me dio la alegría de alcanzar las 100.000 visitas. Hoy son unas poquicas más. 8 años de reseñas, recomendaciones, algunas reflexiones y mucha mucha lectura.
Ninguna de las cifras anteriores son especialmente relevantes, ni llamativas, ni impresionantes. Ninguna de las cifras anteriores llaman la atención como sí lo hacen los 58.319 (fallecidos solo en España por la COVI) o los 138,8 millones (que cobra al año un afamado futbolista) o los 99 (días que pasamos encerrados el año pasado). Las cifras es lo que tienen; son importantes por lo hay va detrás.
47 AÑOS, 100.000 VISITAS, unas 250 LECTURAS.
En estos tiempos en que las cifras nos marean, nos aturden, nos justifican, nos asustan… En estos tiempos en que las cifras nos desarman y nos caen como una losa… comparto humilde, discreta, suavemente y en bajito, casi en borrador mis cifras y mi alegría (doméstica, incompleta, parcial y pequeñita).
Celebro la vida, las personas que la habitan, las lecturas que, como regalos, aparecen a su hora y en su momento. Celebro cada recomendación que haya encontrado el lector adecuado, cada maestro que haya descubierto algún tesoro escondido en estas páginas (digitales), cada alumno que ha compartido mi pasión por las palabras y me ha insuflado la suya con miradas insospechadas, cada autor que ha puesto su alma y su oficio al servicio de una literatura que, hoy más que nunca, salva vidas (la mía la salvó hace mucho, la sigue salvando). Celebro y repaso cada mensaje, cada comentario, cada hallazgo. Celebro especialmente la LIJ, la literatura escrita para los que quieren crecer con las palabras (o al menos lo intentan), la literatura más difícil y la más hermosa, la que se dirige a un lector en formación (todos lo somos ¿no?) y le ofrece pautas, pistas, intuiciones. Una literatura que no se impone sino que se propone. Una literatura que no se prescribe sino que se ofrece. Una literatura que se hace grande en la incertidumbre, que construye la belleza y que tiene el cuenta al lector como ninguna porque el lector se hace a sí mismo con ella.
Celebro la LIJ y su lectura. Y ahí la última cifra del título de este post. 2371 niños a los que llevaremos lectura a su aula. El último proyecto. Junto a la Fundación SM. Porque más que la «brecha digital» nos preocupa la «brecha de lectura». Porque, con casi 50 palos (como diría el gran Pau Donés) he descubierto que mi vocación es esa: Dar de leer.
PD: Si queréis saber más del proyecto Biblionautas para leer en las aulas: https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2021/01/29/biblionautas-fomento-de-la-lectura-para-los-colegios-mas-desfavorecidos-1417271.html
Y si además queréis colaborar: en este link: https://docs.google.com/forms/d/1U-qaHqaNZk2JnwR-H2hq9j7GugsYbPiK-mcVEEv_4JM/edit
¡Felicidades, profe! Es un honor haber aparecido en tu blog. Te sigo leyendo. Un abrazo
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