Para que tú la cuides y la hagas crecer”.
CENICIENTA… brillando
LA BELLA DURMIENTE.. el peligro de lo pequeño.
El HAIKU nuevo del EMPERADOR
CAPERUCITA… que no quiere vestir de rojo.
EL LOBO… de los tres cerditos triste y solo.
BLANCANIEVES sueña con labios y frutas.
UN HERMANO torpe de ALIBABÁ,
una RAPUNCEL que llora a voz en grito.
EL GENIO de ALADINO preparado para cumplir deseos.
PETER PAN escondido en un verso.
LA NIÑA DE NIEVE congelada en el tiempo
HANSEL recorriendo su propio camino. ¿Dónde está GRETTEL?
BARBAZUL sembrando el miedo de estrellas.
El PATITO FEO reflejado en tus ojos.
Los TRES OSOS enfadados y celosos.
La SIRENITA dibujando silencios.
Los MÚSICOS de BREMÉN gritando su canción.
SHEREZADE jugándose la vida en el cuento.
EL GATO con BOTAS y sin guantes.
PINOCHO tocando madera
JUAN SINMIEDO echando a volar.
La REINA de las NIEVES llorando frío.
La MADRASTRA ocultando su alma…
La LECHERA sembrando sueños.
“Si plantas bien
las semillas de un kaiku
brotarán cuentos”
Un puñado de cuentos que son semilla y relicario. Recuerdo y aroma de la infancia. Semilla de historias preñadas de verdad. Tres versos que son origen y “érase”. Tres versos que son la chispa que enciende el corazón y el alma de niño que se oculta en el adulto que escucha. Tres versos que suenan a “tachán”, que cierran, que terminan el círculo, “coloríncolorado”.
Las ilustraciones de Susana Rodríguez… son parte del cuento… El trazo grueso, negro, silueteando los personajes y los paisajes. el color sólido que sustenta y abriga las sombras. El blanco de los ojos que brilla cual lucero o estrellas sembradas a lo largo de todo el relato.
Las ilustraciones son también el hilo narrativo. El aire ligera, intencionadamente asiático que dibuja un aroma de jardín cambiante de tonos y aromas.
Retomar los cuentos tradicionales y darles la vuelta, miralos de soslayo, leerlos del revés. Eso es lo que hacen estas dos autoras de verso y prosa, de verso y color. Que Beatriz es poeta… ya se sabe, que es sabia basta con seguir el hilo de sus libros para descubrirlo. Pero además es cirujana de las palabras. Capaz de cortar y volver a coser, de cauterizar y cicatrizar emociones, historias, enseñanzas y vidas en un puñado de palabras que curan, que sanan, que trazan una figura perfecta…
