Desde hace tiempo vengo diciendo que hay en la literatura juvenil autores realmente brillantes, magnéticos, grandes… Algunos de ellos son ampliamente conocidos en el mundo de la LIJ pero quizá no tanto por eso que se llama el «gran público». Gonzalo Moure me ha sorprendido, siempre, con cada novela, con cada proyecto. Porque pone corazón, emoción y vida. Y porque además lo escribe con un cuidado, una intención y una calidad que deslumbra y envuelve (todo a la vez).
Este septiembre he comenzado con una joya de esas que hay que encontrar entre los anaqueles de una biblioteca. Podéis leer AQUÍ «mis razones» para disfrutar de Musiki.