Las N`Wone, o mujeres-agua, son fundamentales para la vida en el desierto. Ellas son quienes encuentran las corrientes de agua por más profundas que se encuentren en lo hondo de la tierra. Nanga es una niña de ocho años que debe asumir este rol antes de tiempo.
En un viaje iniciático en el que los mapas se recitan en lugar de dibujarse Nanga arrastra a su hermano Rai a una aventura que les descubrirá la magia de un lugar completamente nuevo que ensancha los límites de su mundo y abre la vida a un nuevo futuro.
Al otro lado del mundo, en el desierto. Las palabras de esta historia (tan importantes también en los labios de la Vieja Contadora o en los sonidos del dijeridú) van deslizándose como un arroyo, un manantial fresco y liviano, que brota desde lo más recóndito de la piedra.
Saber escuchar, conocer tu lugar, entender al otro. Ser capaz de asumir la responsabilidad y al mismo tiempo encajar la frustración y no renunciar a nada. La protagonista niña de esta historia nos seduce, nos interpela, nos transforma la mirada (y el oído) en un ejercicio de fantasía y honestidad lleno de matices.
No es esta una historia en blanco y negro. No es una historia simple ni plana… Llena de valles, dunas, mesetas, bosques y arena… nos ofrece un viaje que nos coloca frente a nuestras propias incoherencias, miedos y anhelos. Una historia infantil que explora preguntas universales y da respuestas tan sencillas (y hondísimas) como sumergirse en el curso de un río.