Ya no habrá reválida para los alumnos de segundo de bachillerato. Vuelve la Selectividad. La “universidad” será la encargada de diseñar las pruebas que harán que nuestros alumnos accedan (o no) a los estudios deseados.
Y todo el mundo contento. Y unos y otros hablando de que han evitado la segregación, la desigualdad, la falta de equidad. Y unos y otros proclamando que ha triunfado el sentido común, que es el principio del fin, que así sí… Pero así ¿cómo?
Es cierto que a estas alturas de curso había pocas opciones razonables más allá de mantener el modelo de prueba que ya existía y que llevamos “padeciendo” más de 20 años. Es cierto que una revalida improvisada y no consensuada era seguramente peor y que la vuelta a la PAU puede ser un “mal menor”.
Pero no me resisto, justo ahora, a señalar la incoherencia, la hipocresía y la falta de sentido de común de una prueba que ya en su nombre “popular” (selectividad) segrega, clasifica, genera un ranking y condiciona el futuro y las oportunidades de nuestros alumnos de manera manifiestamente injusta. Lee el resto de esta entrada »