Los álbumes ilustrados no tienen edad. Son para todos los públicos. En las recomendaciones y las Librerías aparecerá como +3 pero cualquier niño que sienta miedo y que ría puede y debe leer, o mejor dicho, podemos y debemos leer con ellos… El Pirata de la Pata de Pata.
«Desalmau era el Capitán más temible de todos los mares del Norte, del Sur, del Este y del Oeste. Daba tanto miedo que no se afeitaba para no tener que mirarse en el espejo»
Un cuento de miedo para que no vuelvas a tener miedo.
Así comienza la presentación de este CUENTO con mayúsculas. Un cuento de miedo. Uno de piratas. El pirata de la pata… es una de esas historias que encierra una bomba narrativa que estalla como fuegos artificiales en cuanto un niño abre sus enormes páginas coloreadas.
El Pirata es un «mapa del tesoro». La silueta de Desalmau nos «asusta» desde la portada, inunda las guardas, se estira como una sombra de amenaza, da miedo, mucho miedo. Pero sus páginas encierran gemas y diamantes, doblones de oro, collares, tiaras… O sea: risas y sustos, susurros y gritos, intriga y ternura, niños flacos, pecosos, valientes y asustados… El Pirata encierra el mayor tesoro: el placer de la lectura. Si es compartida más.
El Pirata es un cuento para contar, para representar, para gritar, para hacer ruido, para dar sustos, para hablar bajito bajo las sábanas. Para sentarse en la alfombra y abrirlo como si fueran alas. Para buscar en sus páginas vigías despistados, dedos en la nariz, grumetes en silla de ruedas, calaveras y tarros de mosquitos.
Las ilustraciones además no cuentan «otro» cuento. SON el cuento. Los colores gritan cuando Desalmau grita, se iluminan cuando los grumetillos pierden el miedo, se oscurecen a la luz de las velas o se alborotan con los baches del mar (que llaman olas). Myriam Cameros ha pintado los siete mares con todos los colores del Pantone. Y las letras… son dibujos. Y las palabras… son dibujos. Y los dibujos son palabras que NO dan miedo. Palabras que dan risa, que dan mucha risa.
El esquema del Pirata es «clásico». Los grumetillos van sustituyendo la temible pata de palo por distintas patas a cada cual más graciosa, más alocada… Una tras otra, la historia crece… Y cuando las risas han estallado y los gritos se han silenciado… un homenaje, un deseo… una intención: que lo único que dé miedo sean los cuentos… de miedo. Este álbum ilustrado a sangre (cómo me gusta la expresión) explora el miedo desde la risa. Reduce ad absurdum los temores infantiles (y de paso los nuestros)… y termina cargando la temible pata de palo con un arma más letal, más mortífera y más definitiva: el lapicero.
Es OBLIGATORIO leer este cuento… en pijama, en familia, en la cama, en el sofá, alrededor de un fuego… poniendo voces o sin hacerlo pasando las hojas con mucho ruido.
Todos tenemos miedo. Por eso, todos debemos leerlo.
Podéis disfrutar de un «booktrailer de miedo» AQUÍ.
[…] de juegos“, “Mi papá es un payaso” y probablemente el más conocido “El pirata pata de pata” en el que conocemos al pirata Desalmau, el pirata más malo de los mares del Norte, del Sur, […]
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