Desde las famosas” instrucciones para subir una escalera” de Cortázar, los escritores han ido dando palos de ciego y estrujándose las meninges para ofrecer unas instrucciones que resulten útiles, interesantes, divertidas y lo que es más importante, necesarias.
Las “instrucciones para llorar”, o “para dar cuerda a un reloj” o “para dar miedo” ya estaban pilladas. Por el mismo Cortázar. Así que no estaba la cosa fácil.
Pero a Pepe Serrano no le asustan los retos ni aunque sean de “narices”. Así que se puso manos a la obra con el ilustrador Guridi y salió este libro.
Enamorarse de este libro “es FÁCIL, MUY FÁCIL, FACILÍSIMO. Basta seguir los pasos “al pie de la letra” y empezar –como todo comienzo- con “pasar página”. Y es que se trata de eso, letras y páginas. Ahí puestas, un poco al azar, un mucho pensadas, rumiadas, medidas, comedidas.
Un álbum que es muy fácil de leer, de mirar, de seguir…
- Porque es también un viaje. Que empieza en una avioneta, entre las garras de un águila. Continúa en un sillón y por el bosque. Y en un taxi, y bajo tierra.
- Porque es un manual de instrucciones (obvio) y un libro de consejos –escondidos, no tan obvios-. Como por ejemplo: “cuando te hayas perdido, grita”. O si te encuentras un oso… “dale las gracias. Y un abrazo”. Pero en cambio si te persigue una tribu… “sujeta bien el sombrero”. Y si te gustan las aventuras, si te gusta este libro –o cualquier otro-… “vuelve, regresa, retorna” tantas veces como quieras. Y sobre todo… ¡cuidado con la manada de rinocerontes!”.
- Porque los autores no usan “clavos, pegamento o magia”. Serrano y Guridi cosen su historia con palabras e imágenes, con imaginación y palabrería, con complicidad. Las ilustraciones son geniales y para ellas Guridi utilizó lápiz, gouache, collage y retoque digital (no me lo invento lo pone en las guardas).
- Porque es un juego. Una AVENTURA. En la que hay un mapa. Y una brújula. Y un cofre. Y un amigo. ¿Se puede pedir más? Sí, envuélvemelo para regalo.
Publicado en Heraldo escolar el 5 de abril de 2016