El calor de una ciudad adormecida al comienzo del verano. Los crímenes más horrendos, las víctimas más ofendidas. Los verdugos oscuros, negros y cotidianos. El machismo, el abuso, el miedo como arma silenciosa que atenaza, paraliza, hunde y humilla por segunda, por tercera vez.
«Dos de la madrugada. La chica tropieza al andar, ha bebido demasiado. Él la sigue a cierta distancia. Las calles están vacías, es difícil que la pierda de vista. Solo necesita encontrar el momento adecuado, un rincón oscuro. Al principio, quizá se asuste, tal vez grite. Pero luego todo irá bien. Él sabrá cuidar de ella esta noche…»
Cuídate de mí es una novela negra, sí. Una novela policiaca que rinde pleitesía a todos los requisitos del género. Una novela vertiginosa, eficaz, inteligente y compleja. Pero es mucho más. Es una novela escrita desde las entrañas, una novela sobre el miedo, sobre la violencia, sobre el poder. Pero también sobre el amor, la lealtad y la fuerza irrefrenable de la vida cuando trata de ser más que supervivencia.
Una novela que hay que leer…
- Porque mira al mal de frente. Y es necesario. Porque aguanta la respiración y aliento mientras contempla aquello que los seres humanos más tememos. Porque se agarra a las entrañas y te hace temblar. Porque todos tenemos miedo a lo innombrable. Porque encierra el miedo de la madre que espera a su hija de madrugada, el desconcierto de los padres que ven sufrir a su hijo, el dolor y la rabia ante quienes disfrutan con el dolor ajeno.
- Porque se pasa los tópicos por el arco del triunfo. Porque las mujeres son víctimas pero también protagonistas, dueñas de su destino. Sufren, investigan, se entregan a un amor apasionado o descansan en la dulzura -a veces amarga- de una vida familiar. Porque viven su belleza con naturalidad o con contradicción. Porque se enfrentan a la realidad. Porque transforman la realidad.
- Porque es literatura de raza. De la que se escribe sin concesiones, con oficio y mucho tiempo. Porque construye un argumento complejo con la aparente simplicidad que solo producen muchas horas de trabajo, muchas correcciones, mucha tecla y mucho corazón.
- Porque -aunque no es la única- es una novela que nos devuelve una ciudad que muchas veces nos había robado el tópico. Una ciudad que encierra lo mejor y lo peor del ser humano, una ciudad que es el mejor escenario para acompañar a unos personajes que sufren, que sienten, que se contradicen.
- Porque une la acción, la rapidez, la agilidad narrativa a la incertidumbre, el misterio, la zozobra. Porque nos deja con sed de más, en silencio, pensando que tal vez haya más sombras que las que podemos ver.
Solo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra
ALEJANDRA PIZARNIK