A veces es imposible ser uno más por mucho que lo intentes…
Esta novela «juvenil» se ha convertido en un fenómeno viral. El boca-oreja (y una buena campaña de difusión, por supuesto) ha hecho que su relevancia haya ido creciendo entre los «bloggers», expertos en LIJ, y sobre todo en los miles de lectores que se han atrevido a atravesar su cubierta inquietante y llamativa.
August es un niño de 10 años, deforme, feo… un monstruo. Y está además herido por el «don» de la lucidez. Pese al amor de sus padres y hermana es absolutamente consciente de lo que su rostro roto, desfigurado, provoca en los demás. Por eso, el comienzo en el colegio de este especial jovencito es mucho más que el inicio de una etapa llena de angustia y expectativas. Los que nos dedicamos a la educación vemos curso tras curso la aventura de niños que se enfrentan por primera vez a la dura y hermosa experiencia de la escuela, de jóvenes que llegan al instituto deseando «encajar» y se encuentran con un universo hostil y cerrado en el que hay que luchar para hacerse un sitio. August añade a esta experiencia la conciencia de quien sabe que provoca rechazo, sorpresa… miedo.