Hay muchas más razones, lo sé… pero ahí van unas poquitas…
Hace 75 años se publicó en EEUU en plena II Guerra Mundial una obra que cambiaría la mirada sobre la literatura infantil: El principito. Novelas, musicales, adaptaciones teatrales, versiones radiofónicas, series de dibujos animados, películas… se han inspirado en este clásico de la literatura infantil… que es mucho más que un clásico y mucho más que infantil. También esta novela de Santiago García-Clariac toma como punto de apoyo, como origen, la obra de Saint-Exupery para crear un relato a medio camino entre la novela de aprendizaje, la novela de aventuras y espionaje y la clásica novela de guerra y aviadores.
En mayo de 1933 los Dupont (un editor y una escritora franceses) se casaron y visitaron a su amigo Klaus Mielke en un Berlín agitado y en plena efervescencia nazi. Presenciaron impresionados la quema de libros frente a la universidad y el comienzo de la transformación del amigo. 10 años después se publicaba “El principito”. En medio de la Francia ocupada los Dupont deberán afrontar una realidad que no soporta la mirada de un niño.
Una novela, un homenaje, que debemos leer…
- Porque nos recuerda que los libros nos cambian la vida. Un libro puede llevar a un niño a esconderse en la cabina de un avión, enfrentarse al fuego alemán, conocer a un piloto de guerra y arriesgar su vida. Porque en el encuentro de un joven lector con una obra y su autor se puede abrir una puerta que ya nadie podrá cerrar: “Quiero que me cuentes cosas de “El principito”. Quiero saber cómo se te ocurrió y por qué lo has escrito. Quiero que me cuentes sus secretos.”
- Porque mira al mal de frente. Porque nos descubre que en el corazón del amigo puede esconderse la envidia, la rabia, la perversión, la crueldad. Porque no esconde lo crudo de la realidad: la cobardía, el dolor, la traición, la decepción.
- Porque es un grito, una reivindicación, un canto al poder de la palabra y la fuerza de la mirada. Porque nos recuerda que un sombrero no es un sombrero sino una serpiente que se ha tragado un elefante.
Publicado en Heraldo Escolar el 2 de mayo de 2018