Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí (Monterroso, 1959) El emigrante: ¿Olvida usted algo? -¡Ojalá! (Luis Felipe Lomeli, 2005)
El relato y más concretamente el microrrelato es un género literario que ha ido conquistando adeptos y adictos al ingenio y a la pirueta mental, a la elipsis y a los silencios, al doble sentido y a los juegos de palabras… El relato ha alcanzado cotas de maestría muy elevadas y, tal vez, ha topado (como otros géneros «menores») con un techo de cristal.
Pero he aquí que el mundo de la literatura infantil y juvenil (LIJ para amigos y enemigos…) llega sin complejos y sin modelos demasiado rígidos e invade el terreno (algo elitista hay que decirlo) del microrrelato, lo hace bailar con el álbum ilustrado, lo salpica de humor y un punto de absurdo… y lo ofrece (con más miedo que sensatez) al público más feroz y más fértil: los niños.
Y he aquí que a veces brotan (como brotan los secretos, calladamente y sin sentir) pequeños bosques llenos de grandes historias. Y he aquí que aparecen libros (o cuentos…) como El secreto de Sofía.
Sofía es una niña que cree no tener secretos. Su abuelo le enseña que los secretos andan escondidos en los pliegues de las cosas, que el misterio se esconde en lo cotidiano, que la magia habita la casa como una anciana sabia y poderosa. Una colección de cuentos-relatos-divertimentos… acerca de los objetos que pueblan el mundo de los niños. Un puñado de historias arrojadas al viento de la fantasía de niños y mayores dispuestas a dejarse leer, reír, interpretar, re-interpretar, reescribir, disfrutar. Lee el resto de esta entrada »