Cada minuto que paso contigo es un tiempo robado al tiempo que pasa. Cada minuto que paso contigo es un lazo con el futuro. Cada minuto que paso contigo es mi mejor manera de «perder el tiempo». Cada uno sabrá a quién referir estas palabras. Cada uno sabrá quién es merecedor en su vida de semejante declaración de amor. Yo tengo dos amores. Dos. Y los dos me devuelven el tiempo estirado por los cuatro costados hasta reventar las costuras. El tiempo es oro (es una cita, Begoña). El aforismo es tanto más cierto cuantos más años cumplidos tiene el retuiteador… (directamente proporcional decía mi viejo y excéntrico profesor de ciencias). Por eso mi tiempo va dejando de ser del latón brillante y sin valor de la juventud para, en un proceso de alquimia y corazón, transformarse en el preciado metal que hace a todos perder la cabeza. Para transformarse en lo más preciado de la vida. Lo más buscado. Lo que ha hecho naufragar a héroes y tejer y destejer colchas de cariño a los seres que esperan. Lo más anhelado. Lo más necesario… El SENTIDO.

Ando estos días «construyendo» esta página de recomendaciones, investigación, reflexión, opiniones y voluntad de compartirlas. Ando estos días ocupado y pre-ocupado en llenar («dotar» es una hermosa palabra) de contenido los bits en blanco de esta ventanita al mundo. Y en estas que me quedo prendado de su mirada. Y en estas que un descubrimiento suyo aporta más sentido a mi universo que todas mis disquisiciones. Y en estas que la mirada de un niño se me clava intensa mientras escribo. Y en estas que las miradas se encadenan llenas de amor y afluentes más mundanos.

En el fondo de las letras, las palabras… late siempre un pulso que nos empuja al teclado o a la pluma como, en otros momentos nos arrastra a las palabras de otros en busca de… SENTIDO. En el fondo de estas palabras late un solo impulso: escribir siendo feliz. Escapar al tópico del malditismo y el sufrimiento creador. Esquivar la maldad que esconde a veces la belleza. Buscar las palabras que susciten miradas como las de M. y sonrisas como las de A. Abiertas, directas, absolutas. Y mientras… emborronar papeles… o blogs.