El relato de un viaje. Superficial, ligero, fresco… y también descarnado, y surrealista, y sarcástico. Quien conozca la obra LIJ de Begoña Oro no se sorprenderá de su uso (afilado y tierno) del humor. Pero quizá descubra el reverso de tantas sonrisas (perdidas ;)): la amargura, la tristeza, la indignación, la denuncia desde el corazón. El miedo, la angustia, la serena lucidez de quien cumple años en una ciudad entre las luces de neón
y el dolor del exilio.
Una guía de viajes. Un manual de instrucciones. Un diario de anécdotas y reflexiones. Un blog congelado en el tiempo. Una agenda repleta de notas al margen… Todo eso y más. No lo parece, pero al final SÍ es un relato. La estructura narrativa anda sometida a los vaivenes del corazón y la mirada. Cada intuición, cada descubrimiento, cada recuerdo, cada impresión provoca bandazos que fragmentan este libro de viajes en un mosaico de vivos colores y formas perturbadoras.
Una niña que no iba a la playa en verano, una «duquesa» que vive en Parque Roma (una urbanización, de las primeras de la ciudad) en medio de un barrio obrero. Coches que esclavizan a sus dueños, que sueñan, que se burlan, que tienen vida propia. Signos de puntuación excesivos. Poemas que recuerdan a Lorca. Los príncipes de Asturias, emigrantes cubanos, Mecano y Fidel Castro… BNM está lleno de nombres, de referencias, de citas que dibujan un universo a medio camino entre la nostalgia ochentera (los referentes nos traicionan a todos :)) y la más rabiosa (adjetivo muy miamesco) actualidad.
El «argumento»: Una escritora de LIJ visita Miami para hablar de sus libros con un montón de adolescentes en colegios «de referencia». Da charlas, mantiene encuentros, se pasea por la feria del libro de la ciudad norteamericana… Durante ese viaje: cumple años, descubre la mugre bajo el neón, empatiza con profesores y exiliados (o con profesores exiliados), da rienda suelta a su frivolidad y hunde sin miedo la pluma (o las teclas) en lo más serio y trascendente.
BNM es un libro para reír, para descubrir, para imaginar, para sonreír de manera cómplice, para recordar… Y es también un libro para «leer en la cama». No solo porque estará en 8000 habitaciones de hotel de la cadena Eurostars sino porque es un libro «de compañía» (como las mascotas). BNM se parece a un amiga dicharachera y observadora que nos pone la cabeza como un bombo contándonos una y otra vez sus anécdotas y reflexiones del último viaje. Como Begoña es demasiado discreta para hacer eso a sus amigos… ha escrito este libro. Gracias.