Aunque hablaré a mis alumnos y alumnas de esta novela en el próximo club de lectura. Aunque sería estupendo que muchos profes y bibliotecarios la leyéramos y recomendáramos… no es «precisamente» una obra «juvenil».
Leí en alguna entrevista a la autora de esta novela cómo descubrió que… “a la semana de salir el libro hubiera gente que me mandase una foto de su hija de 8 años o 10 leyendo el libro, y yo decía ‘pero, por favor, ¿lo podéis leer por detrás?, porque no me puede parecer menos apropiado para una niña”.
Esta novela NO es un manual de historia. Tampoco un libro “militante “ en un sentido estricto. La autora sí lo es. E inevitablemente el feminismo de convicciones profundas y largo alcance aparece en incluso en la ironía, la crudeza, el esperpento de una realidad que niega sistemáticamente la necesidad de compromiso.
Sin embargo esta novela es turbadora, rabiosamente (y no, no es un adverbio más porque encierra rabia y desgarro en muchas de sus historias) provocadora, inteligente, ácida y clarividente.
Una mirada a nuestro mundo, al hecho de ser mujer en esta sociedad… pasada por el filtro de un lenguaje que bebe del mundo digital igual que de las novelas de género o las páginas de sucesos y las viejas revistas de fenómenos paranormales… Un mosaico, una novela coral, fragmentaria (como el conocimiento y la información que hoy nos llegan a través de las redes y los medios)… una amalgama de historias, emociones, exabruptos y escupitajos al viento.
No es fácil sorprender en la narrativa actual. Ni -como decían hace no mucho los chicos de Blackie books- hacerse un sitio en las lista de ventas de libros si la novela no viene avalada por uno de los grandes grupos editoriales que fagocitan cada descubrimiento, cada novedad… hasta hacerlos, muchas veces, irrelevantes. Y sin embargo esta novela ya está en su segunda impresión y, además de nacer como ganadora de un premio como el Puchi Award 2018, cuenta con el reciente reconocimiento de los premios Cálamo.
Un pueblo de Soria habitado solo por mujeres. La historia de dos hermanas raptadas y encarceladas. Un grupo de jóvenes “normales” que prepara una festiva y salvaje visita a los sanfermines. Un pintor maldito. Una política y conferenciante de izquierdas… La novela está poblada por los fantasmas más cotidianos de nuestra historia más reciente.
Con descaro, sin vergüenza, sin pedir perdón ni permiso… la autora retrata una generación y da carta de naturaleza a una forma de mirar la realidad que incluye el humor, la ironía, el sarcasmo y el realismo más desnudamente cruel. Hay también mucho de exploración y experimento. Mucho de parodia y divertimento. Y lo mejor, el resultado le da la razón. Y el lector, entre alucinado, divertido, consternado y, por qué no algo atolondrado ante tal despliegue… solo puede esperar que haya más propuestas como esta (las hay, las hay).