En primer lugar confesaré que este no es un libro que me hayan “recomendado”. O mejor dicho no me lo ha recomendado una sola persona sino cientos. En las “redes” que frecuento, en las páginas literarias más irreverentes, en los mentideros y las columnas de opinión más sesudas… todos parecían conjurados para recomendar “el fenómeno literario del año” que en apenas 3 meses ya había vendido más de 10000 ejemplares.
Así que allá vamos…Los asquerosos es un libro peculiar, extraño. En absoluto un libro fácil. Tampoco difícil.
En Julio de 1845 Henry David Thorueau se fue a vivir a una cabaña cerca del lago Walden, en medio de un bosque. Inauguraba así una corriente literaria, filosófica, cultural, incluso. Vivió allí durante dos años, cultivando la tierra, en soledad, en contacto con la naturaleza… De su experiencia surgió la obra Walden, una vida en los bosques. La primera “econovela (nature writing, como dicen los críticos)”.
El género tuvo su público y se convirtió en referente. A día de hoy parece haber resurgido tras el invierno.
Los asquerosos es una novela que recuerda lejanamente a la obra del norteamericano… Pero el mismo Santiago Lorenzo (o su narrador omnisciente) declara firmemente que no la obra no se trata ni de un Thoreau ni de un Robinson redivido.
Manuel es un joven inadaptado y solitario que tras agredir a un policía en una manifestación huye ayudado por su tío y se refugia en la España vacía de pueblos abandonados y ruinas agrestes. Allí construirá una vida sin lirismo y con hondura. Una vida verdadera ajena a la sociedad y a lo que se espera habitualmente de la misma. Su tío -un hombre de mediana edad inadaptado y solitario- le servirá de voz y cobertura logística.
Allí se convertirá en un asceta, un ermitaño, un exiliado de este mundo al que sin pretenderlo pondrá en la picota de la ironía y lo absurdo. Como han dicho ya una novela política, irónica, humorística, sarcástica, afilada y simple. Una novela que como su protagonista no pretende sentar cátedra aunque tal vez sí remover la tierra bajo nuestros pies: … le habrían sonado a pitorreo meritorios conceptos como permacultura, macrobiótica o agricultura biódinamica. Él agarraba la simiente y la metía en un palmo de suelo, sin más intención ideológica…
«Una de las novelas más fantásticas y divertidas, al mismo tiempo enraizadas en lo que nos afecta como ciudadanos, que he leído» AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO.
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