Paula Bombara es una gran autora argentina de Literatura infantil y juvenil. Premios como el «Barco de Vapor», la inclusión de algunas de sus obras en la prestigiosa lista White Ravens y su trabajo desde 2003 como directora de la colección «¿Querés saber? de divulgación científica para niños… son una más que buena carta de presentación. Autora de un buen puñado de novelas, artículos, cuentos y un blog que mantiene repleto de curiosidad y literatura… ella misma describe su «pasión por la buena literatura» en una entrevista en el blog Editadoenlij:
«Me molestan los libros bellísimos que cuentan historias mediocres (…) Me molestan las historias que podrían ser más profundas y no lo son. Me molestan los abusos a ciertas palabras, los diminutivos, las malas traducciones, los argots que ocultan significados en lugar de facilitarlos. Me molestan porque siento que no se respeta al destinatario del libro, que se está subvalorando su capacidad de análisis y de observación» (¡olé! -la interjección es mía-).
Solo tres segundos es una novela juvenil desacomplejada y honesta. Intencionadamente lírica y exigente con el lector, no escamotea ningún tema, ninguna emoción, ningún sentimiento adolescente por banal o intrascendente, por escabroso o profundo, por ambiguo o por hondo, por trascendente o incómodo…
Un muchacho al que expulsan de su colegio «de siempre» por no rendir en los exámenes… Un muchacho, Nicolás, al que se le cae el mundo encima con apenas 17 años porque «su mundo» se tambalea, se transforma, amenaza con perderse… Nuevos y viejos amigos, nuevos y viejos amores, descubrir el miedo, el deseo, la fidelidad, la amistad, el orgullo… Sentir que «pasan cosas» cuando te miran los ojos adecuados. Intuir que hay mucho más bajo las miradas, en los silencios, en las poses… En definitiva… ser adolescente. Y sufrir por ello, y sentirse el centro de un universo sin sentido tantas veces…
Solo tres segundos es una instantánea. Una fotografía del tiempo detenido y convulso de los 17. Pero también es una sonda de profundidad. A mitad de novela, se quiebra. En solo «tres segundos» la vida, cualquier vida, se rompe, estalla en pedazos, revienta las costuras y se derrama por el suelo. En solo tres segundos la juventud que amenaza y nos seduce, que nos llena de nostalgia… se disuelve, desparece, creces. Y se enfrenta uno -sin comprender aún- con la vida.
No explicaré más de la trama de esta novela corta. No es necesario. Sí les diré que está llena de verdad, de sensibilidad, de fina y sutil ternura y de ironía, de una mirada a los jóvenes «desde» los jóvenes, cargada de esperanza y realismo.
Una lectura para recordar que nunca dejamos de ser un adolescente asustado por el primer día de clase o sorprendida ante la mirada de un chico que, por fin, la ve tal y como es.
Una novela para celebrar la vida, sus posibilidades, su fragilidad, y hasta sus dolores.