Cuando un libro nace con la explícita intención de “reírse” de todo y de todos (incluyendo los propios autores y sus propias narices) uno afronta la tarea de una reseña crítica cuanto menos con prevención. Aun así, y asumiendo que puedan los autores burlarse de este humilde crítico (y de su nariz) me atreveré a “meter las narices” donde no me llaman y a poner delante de sus narices las razones de estos dos creadores.
El libro de las narices es un libro muy especial. Por su gestación: -más parecida al embarazo de una elefanta que a un encargo editorial- larga y laboriosa; por su vocación: -a medio camino entre el libro ilustrado, el catálogo, la mezcla de géneros, la profesionalidad y la inspiración- libérrima y novísima; por su creación: -a cuatro manos, a cuatro ojos, a dos narices- consensuada y construida desde el respeto y la admiración mutua (de los dos autores entre ellos y con otros muchos que les inspiran, alimentan y enriquecen). Lee el resto de esta entrada »