El relato de un viaje. Superficial, ligero, fresco… y también descarnado, y surrealista, y sarcástico. Quien conozca la obra LIJ de Begoña Oro no se sorprenderá de su uso (afilado y tierno) del humor. Pero quizá descubra el reverso de tantas sonrisas (perdidas ;)): la amargura, la tristeza, la indignación, la denuncia desde el corazón. El miedo, la angustia, la serena lucidez de quien cumple años en una ciudad entre las luces de neón
y el dolor del exilio.
Una guía de viajes. Un manual de instrucciones. Un diario de anécdotas y reflexiones. Un blog congelado en el tiempo. Una agenda repleta de notas al margen… Todo eso y más. No lo parece, pero al final SÍ es un relato. La estructura narrativa anda sometida a los vaivenes del corazón y la mirada. Cada intuición, cada descubrimiento, cada recuerdo, cada impresión provoca bandazos que fragmentan este libro de viajes en un mosaico de vivos colores y formas perturbadoras. Lee el resto de esta entrada »