El último premio Anaya de literatura infantil y juvenil nos ha traído un cuento necesario, una historia dura envuelta en ternura, un relato varado en la arena de la playa, como los cuerpos que el mar devuelve hinchados, negros, muertos.
Mónica Rodríguez es una escritora sensible, no sensiblera, ni sensacionalista… SENSIBLE. Sus palabras se pueden tocar, oler, saborear… y dejan impreso en el alma un rastro de inquietud, ternura, desasosiego y calma. Sus cuentos podrían ser poemas. Sus relatos se recitan solos al abrir las páginas. Pero contienen el dolor, la amargura, el lamento, la conciencia. Y por eso son grandes.
Alma y la isla es una historia nacida de la mirada. De la mirada de una niña venida de lejos, perdida, sin hogar, sin familia, sin historia, sin pasado. De la mirada de un niño encerrado en su isla, pequeño, sencillo, feliz… Rodeado de mar y de historias. De la mirada de una autora consciente, atenta, lúcida y poética.
Un cuento editado con cuidado, acompañado de ilustraciones que iluminan, dan brillo, color, chispa… a un cuento que hay que leer…
- Porque es de justicia. Porque hay que abrir los ojos. Mirar y dejarse mirar. Porque la LIJ tiene una palabra, una mirada que ofrecer al mundo (o muchas). Sin complejos. Sin pretensiones. Con humildad y honestidad. Para decir a los niños, a los padres que lo pierden todo… «os vemos». Y a los niños, a los padres que lo tienen todo… «mirad, no volváis los ojos».
- Porque es necesaria. La ternura, la poesía, la literatura, las historias. Porque, hoy más que nunca, no podemos sobrevivir sin una mano amiga que acaricie la realidad más dolorosa, que sea bálsamo y abrazo.
- Porque la magia nos permite entender la realidad. Porque todos tenemos un amuleto bajo la almohada que abre la puerta a lo más hondo, a lo importante.
- Porque es un relato-poema. Porque las palabras suenan, brillan, saltan y nos mojan los pies como la marea al aterdecer.
- Porque es un álbum ilustrado escondido en el formato de una novela infantil. Porque las ilustraciones de Ester García perfilan la historia, la intensifican, la llenan de brillo, de matices, de sueños. Colores limpios, puros, sin sombras, sin doblez.
- Porque tiene «Alma». Porque la piel sucia de sudor, de trabajo, de miedo, de distancia… está habitada por el espíritu de una niña oscura como la noche, clara como las fuentes.
Maravillosa Alma y Maravillosa Mónica. El por qué recomendable? ya lo has dicho todo. Un abrazo
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Te he nominado para el Premio Liebster Awards. Un abrazo
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Reblogueó esto en ENTRE LA SOLEDAD Y EL APLAUSO.
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