La semana pasada invitamos a tres autores LIJ, tres «grandes» de la Literatura para los más jóvenes, a hablarles a nuestros alumnos de la importancia de «leer a los clásicos». Ana Alcolea, Fernando J. López y David Lozano nos contaron de dónde vienen las historias, cómo nacen, crecen (y mueren) los personajes, cómo es su proceso creativo y cuánto ha tenido que ver con sus lecturas (de clásicos o no). El equipaje -como decía David- que uno lleva cuando se pone a escribir sale sin querer.
El viaje como eje vertebrador de historias está presente en sus novelas y se remonta a Ulises. El dolor, la incomprensión, el deseo de ser uno mismo, la libertad… que nacen de obras como Hamlet y La vida es sueño… aparecen después en La edad de la ira o en Malditos 16 (Nando López). Ana Alcolea nos habló del Quijote como nunca nos habían hablado. Don Alonso Quijano quiere ser un caballero de papel, un caballero de novela, un héroe clásico que no quiere sangre y batallas sino adjetivos y tinta. La misma Ana se oculta tras Carlota en sus novelas para ser una «narradora» de cuento. Pura magia. David reinvidicó el valor de clásicos como Stephen King o Lovecraft, la importancia de los «ambientes», de las «atmósferas» que envuelven las historias que nos impactan y, que tal vez, nos cambien la vida.
Aquí la presentación que utilizamos para hablar de «clásicos» con 100 alumnos de 15 años…