Los clásicos de la literatura juvenil no siempre tienen cubiertas de cuero o permanecen escondidos en los estantes de viejas bibliotecas esperando ser reinterpretados, actualizados o ilustrados (no sé qué es peor). Algunos clásicos de la literatura juvenil son tan de «andar por casa» que nos pasan desapercibidos. He visto leer y releer El medallón perdido a los alumnos de mi centro año tras año. Les he oído hablar con interés de aventuras en África, de primeros amores y de misterios.
Si un clásico es una obra que admite infinitas relecturas… EMP lo es. Lee el resto de esta entrada »