Hay libros que son para leer y libros que son para escribir. Ahora que el curso entra en su recta final me voy a permitir “recomendar” un libro que se lee, que se mira, que se ESCRIBE Y que, sobre todo, se disfruta.
En realidad no es un libro. Los papás y mamás, los profes recordaremos aquellos cuadernos que nos mandaban en verano para mejorar nuestra caligrafía, hacer cuentas, problemas con trenes que recorrían el país encontrándose en los lugares más increíbles y nos acompañaban en las horas de la siesta. Los niños y niñas de hoy conocen los cuadernos de vacaciones que prolongan más amablemente la rutina escolar durante los meses de verano. El cuadernito no es nada de eso. O un poco sí. Los chicos de Blackie Books, el autor infantil de Feliz Feroz, el Hematocrítico y la ilustradora Olga Capdevila han inventado este libro de escritura creativa que nos arrancará carcajadas y sonrisas.
- Porque está repleto de sorpresas, de fenómenos extraños que habitan… la imaginación de los niños. Porque el mejor “relato” es el que está por inventarse, el que se esconde en la fantasía de los lectores. Porque en él encontraremos: El menú del restaurante más asqueroso que puedas imaginar, la entrevista de un intrépido reportero a un… piojo, la película más aburrida de la historia, el cumpleaños de la niña más rica del mundo…
- Porque nos recuerda que para disfrutar con la literatura (casi) todo vale: un diario, una entrevista, redacciones escolares (escritas por robots), exámenes alocados (en los que está permitido sacar un cero), carteles, portadas, dibujos, descripciones, cartas de amor o de desamor y hasta conversaciones de wasap.
- Porque es una invitación, una puerta, una ventana, una gatera por la que dejar entrar la creatividad: Inventar nuevos deportes, programas electorales para niños, bibliotecas con libros de títulos absurdos, criaturas mitológicas, palabras sinsentido que nos quitan el sentido y nos hacen llorar de risa… Bolotina, zepeloide, espinolo, rimunchano, pulululu, tróspido.
- Porque escribir es divertido, escribir es divertido, escribir es divertido…
publicado en Heraldo Escolar el 16/05/2018